viernes, 28 de octubre de 2016

CUENTO: EL AMO Y EL APRENDIZ

Había una vez un hombre muy sabio que vivía en el país del norte, sabía hablar todas las lenguas bajo el sol y conocía todos los misterios de la creación. Tenía un enorme libro empastado en cuero negro, protegido con un cerrojo de hierro y encadenado a una mesa que estaba pegada al suelo. Cuando leía de aquel libro, lo abría con una llave de hierro; nadie más que él lo leía jamás, ya que contenía todos los secretos del mundo de los espíritus En él se explicaba cuántos ángeles había en el cielo, cómo marchaban en filas y cómo cantaban en coro, cómo se llamaban y cuáles eran sus trabajos. Y hablaba también de los demonios, de cuántos había, cómo se llamaban y qué poderes tenían, de cómo podían conjurarse y obligárseles a hacer cuanto uno deseara.


Ahora bien, el amo tenía un aprendiz que era un muchacho bastante insensato. Trabajaba como sirviente; no se le permitía ver lo que contenía el libro negro y casi nunca entraba en las habitaciones privadas del amo.


Un día en que el amo salió, el muchacho lleno de curiosidad, se apresuró a entrar en la cámara mágica. Miró con asombro el magnífico aparato en el que su amo convertía el cobre en oro y el plomo en plata, así como el espejo en el que su amo podía ver lo que pasaba en todo el mundo y  la caracola que le susurraba a su amo lo que la gente decía en ese mismo instante.
Sin embargo, el muchacho se dio cuenta de que no podía usar ninguna de esas cosas.
-       No sé qué palabras mágicas usar – suspiró- . Están encerradas en el gran libro negro.
Miró hacia él ¡Y notó que el volumen estaba abierto!
El amo había olvidado cerrarlo antes de marcharse. El muchacho corrió hasta el libro y lo examinó. Estaba escrito con tinta roja y negra y, en su mayor parte, el joven no lo entendía, pero puso el dedo en una línea y fue leyéndola poco a poco.

De inmediato, la habitación se oscureció y la casa se estremeció; un trueno retumbó por el pasaje y por la vieja habitación y apareció frente a él una forma horrible, espantosa, que respiraba fuero y tenía ojos como carbones ardientes. Era el demonio Belcebú, que había sido conjurado para servirle.
-       ¡Dame una tarea!
Rugió Belcebú, con una voz como el rugido de un horno para fundir hierro.


El chico se estremeció y sintió que los cabellos se erizaban.
-       ¡Dame una tarea o te estrangularé! – Repitió el demonio.
Pero el muchacho no podía hablar.  Entonces, el espíritu maligno comenzó a avanzar hacia él, extendió las manos y le tocó la garganta. Los dedos del demonio le quemaron la piel. - ¡ Dame una tarea!
-       ¡Riega esa flor de allá!- Gritó el joven en su desesperación, señalando un geranio que estaba en una maceta, en el suelo.
Al instante, el espíritu dejó la habitación, pero en otro instante volvió con un barril en la espalda y regó su contenido sobre la flor; una y otra vez, el demonio apareció y desapareció con el barril de agua, y le puso más y más agua a la flor hasta que la habitación se encontró completamente inundada y el agua llegó a los tobillos.  - ¡ Suficiente!, ¡Suficiente! – jadeó el muchacho, pero él demonio no le hizo caso; el chico no sabía las palabras para que desapareciera… ¡ Y el demonio seguía acarreando el agua!


El agua le llegó hasta las rodillas del chico y el demonio seguía apareciendo con más y más barriles. El agua le llegaba ya a la cintura, y Belcebú todavía derramaba más y más. Cuando el agua le llegó a las axilas, el muchacho se subió a la mesa.  Ahora el agua llegaba hasta la ventana y chocaba contra el cristal y se arremolinaba a sus pies, en la mesa, y seguía subiendo; volvió a llegarle al pecho.
En vano gritaba el chico el malvado espíritu no desaparecía y hubiera seguido echando agua hasta nuestros días y habría ahogado al mundo entero, pero, durante su viaje, el amo recordó que no había cerrado el libro y decidió volver.

Cuando el agua comenzaba a burbujear al nivel de la barbilla del aprendiz, el amo entró en la habitación y dijo las palabras que arrojaron a Belcebú de vuelta a su infernal hogar.

FIN.

Historia tomada del libro: 50 Historias espeluznantes Ed. Silver Dolphin.


Espero les haya gustado el cuento.

Si deseas leer historias para niños más grandes y no tan grandes, te dejo el enlace de viejos post con leyendas de terror, espero que las disfrutes:






¡¡¡¡NOS LEEMOS PRONTO!!!!

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