Amigos blogueros hola nuevamente!!! y si se quedaron picados aquí les dejo la segunda parte de la historia, saquen sus nachos o sus palomitas y a seguir leyendo:
Leslie que era más extrovertida brincó de repente gritando: “Karen aquí hay lugar”- poniendo de prisa su mano sobre un asiento del vagón en señal de que lo había apartado.
Karen iba a sentarse cuando vio a Silvia la tierna viejecita y decidió que lo correcto era cederle el lugar, Silvia aceptó encantada agradeciendo gentilmente el gesto sonriendo de tal manera que al hacerlo sus ojos se abrieron como abanicos.
En los asientos contiguos a ellas se habían sentado Pedro y Martín frente a ellos estaba sentado un niño de escasos 10 años llamado Juanito como todos le decían en su calle, Juanito llevaba envuelto en una colchita a su perrito “Bush” como lo había bautizado, estaba muy preocupado porque un día anterior un carro había atropellado al “bush” fracturándole un par de costillas y una patita, los padres de Juanito le dijeron que era mejor que el perro muriera que nunca se iba a recuperar…
Pero como sabrán los niños tienen una fe impresionante así que en la noche Juanito lo planeó todo, tomaría a Bush envuelto en una colcha, faltaría a la escuela por supuesto sin decírselo a sus padres, pero saldría como todas las mañanas después de tomar su desayuno compuesto por jugo de naranja y froot loops con leche con aparente destino a la escuela, pero lo que nadie sabría era que tomaría el metro que le llevaría hasta la veterinaria de su tío Pancho, el era un buen doctor y amaba a los animales tanto como él quería a su bush, todavía recordaba aquel día en que su tío Pancho de un soplido en el hocico revivió a bush cuando nació, porque literalmente su perra madre no le había querido limpiar para quitarle la bolsa y el pobre bush se estaba ahogando.
Ya en el metro Juanito observaba a todos con cierta desconfianza había escuchado a sus padres decir hace un par de meses que el metro ya era muy peligroso, tanto que hasta subían tipos a dar de balazos… - y si alguien tira balazos y me termina de rematar a mi bush???- pensaba muy preocupado.
Martín y Pedro observaban con curiosidad a Juanito porque notaban como se aferraba a su perrito, y el bush entre mañoso y enfermito se recargaba en su pecho como suplicando consuelo.
Era 14 de febrero por la mañana, desde dentro de los vagones se podía apreciar como afuera todo estaba decorado en los negocios y centros comerciales con globos rojos y blancos, grandes globos color plata con leyendas de “i love you” colgaban de todos lados, parejas caminaban por las calles llevando en sus brazos enormes osos de peluche o rosas, la gente caminaba presurosa con bolsas de regalo colgando porque como es costumbre en los trabajos y en todos lados es el día “del amigo secreto o del intercambio de regalo”.
De pronto un shrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr!!!!!!!!! Que estremeció a todos se hizo sonar tan fuerte que don Tomás alcanzó a abrazar a doña Silvia en un esfuerzo porque no cayera del asiento, pero fue inútil porque Doña Silvia resbaló tanto que cayó y se golpeó la cabeza quedando inconsciente, el tren se detuvo en un agitado frenón y se apagaron las luces, solo quedaron prendidas unas pequeñas y tenues luces de emergencia, al parecer había ocurrido un desperfecto en cuestiones eléctricas.
Karen no iba muy bien agarrada del pasa manos y era tan delgada y la pobre tenía tan pocas fuerzas últimamente que salió volando y fue a caer cerca de la puerta del vagón, Juanito por más que quiso sostener a su bush se le resbaló de entre la colcha y este a su vez cayó encima de Karen, Leslie de un bocado termino de comer su dona y brinco justo hacia donde estaba Karen para saber si todo estaba bien, Martín y Pedro de manera inconsciente permanecían abrazados el uno al otro.
Aurelia y Jorge el par de invidentes cantores tenían tan desarrollado el sentido del oído y tanto tiempo en el metro les había enseñado a conocer todos sus ruidos, fallas y desperfectos, por tanto cuando se percataron que la acción del chofer del metro sería frenar impulsivamente ellos decidieron sostenerse fuertemente no corrieron con la misma suerte sus monedas obtenidas por cantar que se encontraban dentro de un vaso, ellas salieron volando como confeti entre todos los usuarios del vagón.
Se había hecho un silencio casi total después del apagón, se percataron que estaban detenidos dentro de un túnel en las vías del metro, solo escuchaban leves quejidos de dolor al parecer una señora en algún asiento se había roto un brazo.
Sollozos de don Tomás entre cortaban sus palabras hablándole a Doña Silvia quién no reaccionaba:
- - Silvia, Silvia amor, despierta ya vamos a llegar a nuestro desayuno Silvia, Silvia- insistía don Tomas desesperadamente.
Y es que como todos los años para ser precisos todos los 14 de febrero desde 1964 Doña Silvia y don Tomás cruzaban la ciudad para llegar a Coyoacán donde había un pequeño restaurant tradicional y donde desayunaban para celebrar que en ese lugar se habían conocido, así como su aniversario de bodas, ese 14 de febrero cumplían 50 años de toda una vida juntos.
Pedro y Martín quienes por cierto habían dejado de abrazarse avanzaron lentamente hacia don Tomás y Doña Silvia, contemplaban tristes la escena de amor, don Tomás acariciaba tiernamente el cabello semi-ondulado y lleno de hilitos plateados de Doña Silvia y su piel era tan blanca como esas muñequitas rusas de porcelana que de repente se había convertido en casi transparente, Pedro que había tomado un curso de primeros auxilios se acercó rápidamente a tomar su pulso… uf…suspiró aliviado todavía tiene pulso pero es muy bajo.
Juanito no entendía lo que sucedía así que también decidió acercarse al grupo conformado por Pedro, Martín y Doña Silvia, tenía consigo la colchita donde tenía a bush, así que decidió tomarla sacudirla un poco y cubrir con ella las piernas de Doña Silvia que yacían inertes en el piso del vagón.
Don Tomás sorprendido dijo – Gracias Hijo, en cuanto Silvia se levante te la devuelvo-
Eso le hizo recordar a Juanito su perro Bush.. donde se había metido? Al ver Karen que Juanito volteaba hacia todos lados y silbaba a la vez : - Bush, bush, ven aquí….
Leslie le dio la mano a Karen para que se levantara y Karen sosteniendo cuidadosamente a Bush quien le había caído encima, le entregó el adolorido perrito a Juanito.
Karen y Leslie sacaron de sus bolsas unas hojas de papel grueso que traía y empezaron a aventar aire hacia el rostro de Doña Silvia en un afán de que empezara a reaccionar.
Está historia continuará....
Amigos mañana el final de la historia no se lo pierda por la misma hora y el mismo canal de blog... un abrazo todos feliz fin de semana..!!!
*(fotos obtenidas del buscador google).
ojos de abanico? se me imagina un poco oriental :P
ResponderEliminarmuchos detalles del nacimiento perruno :S.. mi estomago, creo que voy a... oups
en que estacion se subió?
eso solo pasa en la estación del metro balderas, ahi quedo la huella de nuestro amor... ♪♫♪
jajaj martin y pedro abrazados, que viriles!
naa me imaginaba a silvia como una viejita apiñonada y de trensita reco /j/g/ ida, chales
el peero que raza es?
chiguagueño? nooo!!!
bueno, esperaremos, pero segura que seran tres partes? yo creo que son como 5 no? apenas empieza lo weno :S
holaaa:
ResponderEliminaray¡¡ bush??? me recuerda a mi perritooo nooo¡¡ pobrecito¡¡¡
Y que tierno lo de los señores que iban a cumplir 50 años... que historia taaaaan interesante¡¡¡
Espero la parte final...
salu2.
NELL: Sorry amiga 5 partes de la historia me bajaría seguramente el número e interés de las visitas jaja.. se aplicaría como remedio para insomnio por aquello de la provocada de sueño... gracias!
ResponderEliminarMina: si ese perrito bush fué creado con la finalidad de recordar nuestro amor por las mascotas.. saluditos a acapulquito ay que rico me muerooo de friooo..